Simplemente Plutón

El día 13 de julio quedará registrado en la historia de la Astronomía y la exploración espacial, como el día en que llegamos lo más cerca hasta el momento al otrora último planeta del Sistema Solar (y hoy simplemente planeta enano o planetoide), Plutón. El responsable, la misión espacial de la NASA New Horizons, lanzada al espacio el 19 de enero del 2006 (hace 9 años) con la finalidad de estudiar precisamente Plutón, su satélite Caronte (no me gusta decir «luna» porque Luna hay una sola y es nuestro satélite natural) y también el Cinturón de Kuiper. Como resultado, la sonda logró tomar una fotografía de alta resolución del planeta enano, la cual ofrece una infinidad de detalles en comparación con las imágenes pixeleadas tomadas años atrás por el telescopio espacial Hubble. Juzgue usted:

Más allá de la fascinación que produzca este maravilloso evento, vuelve a la palestra en la opinión pública la naturaleza de Plutón. ¿Por qué es importante haber llegado hasta Plutón, siendo que ya no es considerado un planeta? ¿Acaso los científicos volvieron a catalogarlo como tal? Si Plutón no es un planeta, ¿qué es entonces?

Vamos por partes. Plutón perdió su «rango» como planeta el año 2006, luego de que un grupo de astrónomos reunidos en Praga (República Checa) decidiera re-definir el concepto de planeta. Las razones, tienen que ver con las características de Plutón, y también por el descubrimiento posterior de varios cuerpos similares en tamaño. Pero partamos desde el principio.

Todos sabíamos, cuando cuando éramos niños y nos enseñaban el Sistema Solar, que éste se componía del Sol, 9 planetas y sus satélites y otros cuerpos extras (asteroides y cometas). Los planetas se dividían en:

  • Planetas interiores (Mercurio, Venus, la Tierra y Marte): cercanos al Sol, de composición rocosa, pequeños en tamaño (el mayor es la Tierra con un díámetro de 12.756 kilómetros) y lentos en rotación (el más «rapido» en rotar es también la Tierra, con un período de 1 día; el más lento es Venus, el cual tarda 243 días en dar una vuelta sobre su propio eje). Debido a su pequeña masa, prácticamente no tienen satélites: sólo la Tierra (Luna) y Marte (Fobos y Deimos) presentan.
  • Planetas exteriores (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno): lejanos al Sol, de composición gaseosa (no te podrías «parar» en la superficie de estos planetas), grandes en tamaño (el menor es Neptuno, con unos 49 mil kilómetros de diámetro) y rápidos en rotación (pese a su gran tamaño, Júpiter tarda sólo 10 horas en dar una vuelta sobre su propio eje). Dada su gran masa, cada uno cuenta con al menos una decena de satélites, además de formar anillos (aunque los de Saturno son los más grandes y notorios).

Y Plutón, presenta todas las características de los planetas interiores: pequeño (2.400 kilómetros de diámetro), rocoso, lento para rotar, con sólo un satélite), pero por su distancia debería ser naturalmente un planeta exterior. Un misterio.

La familia pareció agrandarse con la llegada del Tercer Milenio. En el cinturón de Kuiper, región del Sistema Solar más allá de la órbita de Neptuno en la cual se encuentran parte de los cometas que orbitan al Sol, se descubrió el año 2002 un cuerpo de tamaño semejante al de Plutón (1.100 km de diámetro, mientras que los objetos previos sólo eran de cientos de km). A este nuevo cuerpo se le llamó Quaoar y fue catalogado inicialmente como planeta al igual que Plutón (importante: Plutón también se encuentra en este cinturón de Kuiper, siendo el único objeto de gran tamaño en esta región hasta el descubrimiento de Quaoar), aunque por su tamaño el rango de «planeta» no fue muy aceptado. Al año siguiente, 2003, otro objeto de tamaño similar a Plutón (unos 1.800 kilómetros de diámetro) fue descubierto y bautizado como Sedna. Por su tamaño, bastante mayor al de Quaoar, éste sí fue considerado por algún tiempo como el décimo planeta del Sistema Solar. Una comparación de tamaños entre Quaoar, Sedna, Plutón, la Luna y la Tierra puede verse a continuación:

Sin embargo, al poco tiempo se descubrieron otros objetos similares a Plutón, Quaoar y Sedna: ErisMakemake y Haumea, entre varios otros. En el caso particular de Eris, éste era el más grande de los nuevos cuerpos descubiertos, siendo más grande incluso que Plutón. Por ende, el Sistema Solar parecía aumentar en miembros, y el avance de la tecnología predecía que cada año más y más objetos en el cinturón de Kuiper serían catalogados como planetas. Como consecuencia, pronto tendríamos unos 50 planetas en el Sistema Solar (imagínese tratando de aprendérselos todos en el colegio, con sus tamaños, distancias, períodos orbitales, etc.). Era necesario redefinir qué era un planeta, de modo de darle una categoría distinta a todos estos objetos.

Así fue como la Unión Astronómica Internacional (IAU, en inglés) decidió reunirse en Praga los días 14 al 25 de agosto del 2006, en su 36ª Asamblea General, para debatir acerca de la redefinición de planeta. Como conclusión, para que un cuerpo del Sistema Solar sea catalogado como planeta debe cumplir 3 requisitos:

  1. Debe ser lo suficientemente masivo para que su auto-gravedad le dé una forma en equilibrio hidrostático. En términos simples: debe ser lo suficientemente grande para tener una forma esférica. Esto se traduce en un tamaño superior a los 1.000 km de diámetro.
  2. Debe orbitar una estrella (el Sol en nuestro caso). Por ejemplo, Ganímedes es más grande que Mercurio pero, al orbitar Júpiter en vez del Sol, no es considerado planeta.
  3. Debe hacer «vaciado» su órbita de objetos similares a él. Por ejemplo: en la órbita de la Tierra no existe ningún cuerpo similar en tamaño a la Tierra. Lo mismo aplica para Júpiter, por ejemplo: no hay ningún cuerpo gaseoso cerca de su órbita.

Plutón cumple fácilmente con los puntos 1 y 2, pero no así con el 3 (tenemos todos los cuerpos mencionados previamente en las cercanías de su órbita). Por esta razón, ni Plutón ni Quaoar ni Sedna ni Eris ni ningún cuerpo del cinturón de Kuiper es considerado planeta. Además, esta nueva definición también permite hacer más válida la separación entre planetas interiores y exteriores presentada previamente.

¿Y entonces qué son? Tampoco podemos considerarlos simplemente asteroides, debido a que son muy grandes. Los asteroides no cumplen el requisito 1 debido a que son tan pequeños que tienen forma irregular. Plutón y sus compañeros tienen el tamaño suficiente para ser esféricos, por lo que no podemos catalogarlos como simples asteroides. Por esta razón, se les asignó la categoría de Planeta Enano, un rango menor a planeta pero mayor a un simple cuerpo como un asteroide. Con el tiempo, la definición de planeta enano se ha ido refinando, por lo cual ahora no todos los cuerpos del cinturón de Kuiper entran en esta categoría. También podemos decir que los mismos planetas enanos se han ido clasificando de distintas formas de acuerdo a sus características, pero eso es otra historia.

Como conclusión, Plutón sigue siendo un planeta enano, la llegada de la New Horizons no ha cambiado su categoría. Pero a pesar de esto, Plutón, Caronte y los objetos del cinturón de Kuiper siguen siendo objetos de interés a la hora de entender mejor el vecindario en el que vivimos. Es por eso que la llegada de la sonda a Plutón, permitiéndonos obtener imágenes de alta resolución de lo que otrora era el planeta más desconocido del Sistema Solar no deja de ser un hecho fascinante.

PD: Después de un largo tiempo, aprovechando ahora que (al fin) terminé mi Magíster, me di el tiempo de escribir la segunda entrada de Re-Evolución Estelar. Ahora que descubrí como colocar enlaces en el texto, espero escribir la tercera entrada pronto.

2 comentarios en “Simplemente Plutón

  1. Un artículo perfecto hijo, lo compartí com un montón de colegas así que muchos colegios lo van a leer a vuelta de vacaciones. Quedamos a la espera de más publicaciones 🙂

    Me gusta

  2. Pingback: El Planeta-X | Re-Evolución Estelar

Deja un comentario